Playa espectacular, ambiente tranquilo, habitaciones cómodas y aire acondicionado a toda. Comida variada pero a veces faltan algunos ingredientes. Personal muy amable, pero les falta organización en reservas. Caminos difíciles para llegar, pero valen la pena las vistas. Piscinas limpias y reactivas. Relajación total, ¡recomendado!

El lugar,las instalaciones del hotel. La calidad de los tragos.

Le faltan pocos detalles pero mejoraría los horarios de cobertura de las comidas y ampliaría las alternativas. Además el horario de deportes náuticos es sólo hasta las 1530.

Nos ha gustado mucho el hotel y su desayuno super bueno.

Ubicación espectacular y estupenda - a dos pasos de todos los lugares que necesitábamos. Nuestra habitación era bien cuidada y lo suficientemente espaciosa y estaba equipada con fruta fresca. El servicio fue increíble, nos sentimos bienvenidos: D

El desayuno es variado y delicioso.

La ubicación en una colina era genial y con unas vistas espectaculares 😍.

Una piscina increíble y un lugar estupendo lo suficientemente cerca de del lado de la playa, del océano.

Excellence todo, pronto volveremos, ideal para Los chicos

Una atención al cliente increíble. Las habitaciones con una vista espectacular y también el bar. - Un desayuno delicioso con una buena cantidad de comida. - Empleados increíblemente agradables y muy acogedores con buenos modales. - Ubicación espectacular y estupenda, a poca distancia a pie de todas partes.

La habitación es muy bonita y espaciosa, y el bar es de lujo.

Disfrutamos mucho nuestra estancia de 6 noches. Las habitaciones estaban bien cuidadas y eran espaciosas, con una impresionante vista al mar. El personal nos brindó un servicio increíble y eran muy amables. La ubicación es estupenda, muy cerca del mar y rodeada de restaurantes en esta hermosa isla.

Las personas que trabajan allí, cariñosamente los llamo los negritos de barú. El hotel ha contratado en su mayoría personas que son originarias de la isla Barú y que descienden de los antiguos esclavos africanos traídos por los españoles a América. Este personal ha sido capacitado de un modo increíble en Turismo. Todos los trabajadores del Hotel dan lo mejor de sí para que uno tenga una excelente estadía, y siempre están con una sonrisa en el rostro para atenderte. Sin lugar a dudas creo que lo que más me ha sorprendido después de recorrer 18 países en diversos hoteles, la mayoría 5 estrellas e inclusive más, es el personal del Decameron Barú. Uno aprende a querer la Isla como ellos lo hacen, y la verdad es que en todo momento sentí que estaba pasando una semana en casa de amigos. En realidad cuando uno comenta de Barú uno comenta de como personas tan humildes, tan sencillas pueden lograr dar una mejor calidad de servicio que en cualquier otro hotel, pese a la gran cantidad de huéspedes, el personal termina conociendo los gustos de los pasajeros, sus lugares de procedencia, y al final te llaman por tu nombre en un hotel que tiene en promedio 600 huéspedes diarios. Parece Increíble, primera vez que no siento en un hotel que yo sea un número, primera vez que me siento por sobretodo persona. Gracias mis negritos de Barú por haber atendido tan bien a mi familia y a todos los turistas que los visitamos desde Chile, Decameron sigan así, y sigan dándole la oportunidad a la gente de la isla, ellos lo están haciendo increíble y claro que recomiendo el hotel, ya que es de muy buena calidad, pero el edificio no es nada sin la gente, y al Barú le sobra calidad humana. Cierro los ojos y veo la inocencia y las sonrisas del personal, siempre alegre, siempre dispuestos a atenderte. FELICIDADES

La Isla es linda, el personal amable, el lugar cuidado y a pesar del impacto ambiental que ha provocado, da trabajo a mucha gente.

En la habitacion había pulgas, la limpieza diaria era demasiado superficial, la precariedad del sistema de cloacas, hay olor a cloaca en los jardines.

Maravilloso el lugar. Muy bien organizado. Muy buena calidad en todo. Buena la comida. Estaba totalmente completo cuando fuimos y no tuvimos problemas para ninguna actividad ni con las comidas. El lugar es paradisíaco.

No hay comunicación. Internet se paga, es caro y muy malo, funciona con mucha lentitud. No hay jugos de frutas naturales, son hechos con pulpa de fruta, ni siquiera el de naranja

Todos eran amables y el bar en la piscina fue una gran ventaja.

Las habitaciones eran de buen tamaño, bien cuidadas y contaban con unas vistas muy bonitas y un balcón.